martes, 11 de febrero de 2014

ODIO

Poco a poco, la gente que hay a mi alrededor me está cambiando. Tanto las buenas personas, que escasean, como las malas, que abundan. Recuerdo una peli, El chico de oro, en la que tenían a un pequeño budista metido en una jaula rodeado constantemente del mal. Incluso le daban de comer sangre y cosas podridas. Todo para corromper su alma y doblegarlo. Pues bien, a él no le consiguieron doblegar, pero hoy yo me siento igual que ese chico, constantemente sometido al mal. Y finalmente me han conseguido doblegar. Ahora ya si que he perdido la fe en el ser humano. Ahora ya no creo que pueda haber gente buena. De repente todo el mundo se ha convertido en un mal que quiere corroer mi vida. Ahora, las personas realmente buenas me lo van a tener que demostrar, porque para mi, la norma común será creer que todo el mundo miente, engaña y busca el beneficio propio a costa del dolor ajeno. Se acabó. Desde hoy mismo odio a los seres humanos.

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