martes, 29 de junio de 2010

CONTRAPOSICIÓN

Atravieso momentos altamente contrapuestos.

Situaciones tan dispares que me llevan a sentirme muy contrariado.

Es curioso como he desarrollado un sistema a través del cual soy capaz de castigarme cuando soy feliz a la vez que no acepto el dolor de la tristeza.

En tan rocambolescas situaciones, es lógico que no esté a gusto en ningún momento.

Acabo de pasar por uno de los mejores momentos de mi vida. Por un momento me he sentido libre. He hecho y he dicho todo aquello que me apetecía y en ningún caso he mirado las consecuencias ajenas.

He disfrutado de cada minuto como si fuera el último, saboreándolo, sintiéndolo, haciéndolo mío.

He llegado a alcanzar un nivel de complicidad como en pocas ocasiones he tenido. He sido yo y no me he sentido rechazado. Y eso me ha hecho sentir más vivo que nunca.

A la vez, he experimentado una sensación de pérdida brutal. He notado como una parte de mi se quedaba desierta, yerma.

Tengo la sensación de estar muy solo, incluso cuando estoy entre un tumulto.

Como es posible sentirse la persona más afortunada al mismo tiempo que la desdicha cubre cada parte de mi ser.

Todavía quedan reductos de esa forma de ser tan destructiva.

Tiempo y paciencia, nada más.

martes, 8 de junio de 2010

DONDE ME LLEVEN MIS PASOS

En múltiples ocasiones, el hombre, se encuentra que sus pasos le han llevado ante un cruce de caminos.

Ante tal disyuntiva, se ve obligado a escoger. El camino de la derecha, el camino de la izquierda o el camino del centro.

Y entonces el hombre piensa que tal vez el camino del centro sea el mejor, ya que es la continuación del que venía siguiendo.

Y se dice “¿si hasta ahora no ha sido tan malo, porque tiene que serlo ahora?”
Pero sabe que eso no funciona según suposiciones y es entonces cuando se pregunta de nuevo “¿Por qué no elijo uno de los caminos, mañana vuelvo a este cruce y elijo el segundo, para que pasado regrese al punto en el que me encuentro hoy y entonces escojo el tercero?”
Pero sabe en el fondo que eso no es posible, porque sabe que una vez que se elije un camino, la encrucijada desaparece, se diluye para no volver jamás. Porque esos caminos son la vida del hombre y como ese hombre bien sabe, no se puede deshacer la vida.

Solo podemos escoger en cada momento según nuestro corazón y aprender de cada paso que damos.

Porque el camino del centro no siempre es el más recto hasta nuestra meta.