martes, 29 de junio de 2010

CONTRAPOSICIÓN

Atravieso momentos altamente contrapuestos.

Situaciones tan dispares que me llevan a sentirme muy contrariado.

Es curioso como he desarrollado un sistema a través del cual soy capaz de castigarme cuando soy feliz a la vez que no acepto el dolor de la tristeza.

En tan rocambolescas situaciones, es lógico que no esté a gusto en ningún momento.

Acabo de pasar por uno de los mejores momentos de mi vida. Por un momento me he sentido libre. He hecho y he dicho todo aquello que me apetecía y en ningún caso he mirado las consecuencias ajenas.

He disfrutado de cada minuto como si fuera el último, saboreándolo, sintiéndolo, haciéndolo mío.

He llegado a alcanzar un nivel de complicidad como en pocas ocasiones he tenido. He sido yo y no me he sentido rechazado. Y eso me ha hecho sentir más vivo que nunca.

A la vez, he experimentado una sensación de pérdida brutal. He notado como una parte de mi se quedaba desierta, yerma.

Tengo la sensación de estar muy solo, incluso cuando estoy entre un tumulto.

Como es posible sentirse la persona más afortunada al mismo tiempo que la desdicha cubre cada parte de mi ser.

Todavía quedan reductos de esa forma de ser tan destructiva.

Tiempo y paciencia, nada más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario