jueves, 17 de marzo de 2011

PEQUEÑOS E INCONEXOS MORDISCOS DE REALIDAD

Un suspiro sin sonido.
Una caricia sin tu piel.
Una lágrima en tus ojos.
Un adiós como la hiel.


Como escribir sin letras.
Como hablar sin palabras.
Como decir lo que siento desde la distancia...

Tú no eres mi musa y yo soy tu segunda opción.
Vives en un momento, yo en el anterior.
Suspiro por cosas que no son ciertas y confundo todo de color.

Desde la soledad de mis pensamientos, me doy la vuelta para observar las huellas que desde hace semanas voy dejando en la arena…

De nuevo, insomne, recorro de puntillas las horas de esta neblinosa madrugada, buscando el motivo que me alejó de ti. Y mi alma, buscándote, recorre en vano cada rincón de mi ancha y fría cama.

Con la mirada fijada en el infinito apremio al reloj para que corran rápido las horas y llegue, pronta, la noche, y así volver a tener tu piel a todo lo ancho de mis fronteras.

En estos momentos de soledad y aislamiento es cuando el recuerdo de tus ojos marrones me devuelve a la vida.

Este Lunes cabizbajo.

Este Lunes de resaca.

Este Lunes sin tu voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario