Las hojas caen. Mi alma las sigue
En su incansable planeo desde la más alta copa
hasta el más profundo abismo.
Se pierde. Mi alma se va.
Me siento vacío, desnudo, como ese árbol
al que el temible viento ha ararancado
sin compasión, todas y cada una de sus hojas.
Soy un ente, sin finalidad, sin motivación.
Pero con una tenue esperanza de que muy pronto
volverá la primavera y me volverá a cubrir de hojas
Vistiendo mi alegría, alimentando mi emoción...
No hay comentarios:
Publicar un comentario