domingo, 2 de enero de 2011

MI HABITACIÓN LLENA DE ESPEJOS

Con el sueño intranquilo intento ver la realidad a través de tus ojos y lo único q consigo ver es tu indiferencia.

Me asusto, me despierto jadeando y de nuevo palpo a oscuras para corroborar lo que ya se de antemano.

Ya no estás, porque nunca estuviste.

Voy al lavabo. Lavo mi cara varias veces y al levantar la vista, no reconozco el rostro que me devuelve el espejo.

¿Quien es el que allí se refleja? ¿En que momento me alejé tanto de la persona que fui?

Asustado golpeo el espejo con el puño hasta que se hace añicos tras mis nudillos.

Dejo que la sangre de mi mano resbale lentamente por los restos del espejo hasta que ya no se que es mano, sangre o espejo.

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